Los anticonceptivos son el
método de planificación más utilizado por las mujeres de todo el mundo,
calculándose en unos 100 millones de usuarias. Ofrecen protección frente al
embarazo no deseado, de forma temporal, eficazmente y con un elevado grado de
aceptación; no obstante es necesario
valorar el riesgo-beneficio en cada caso individual teniendo en cuenta los
efectos negativos que pueden generar a la salud ocular.
La
mayoría de los efectos colaterales de esta terapia son debidos a la presencia
de los estrógenos, no siendo
posible reducir más su dosis y mantener altos los índices de eficacia. Los
efectos metabólicos generales son el aumento de las globulinas alfa y beta, de
las proteínas transportadoras, de la lipoproteína prebeta y disminución de la
albúmina.
En
el sistema ocular se han observado:
trombosis, embolia de vasos retinianos, edema de papila, neuritis retrobulbar,
diplopía, exoftalmía, parálisis de músculos oculares, hemianopsia, aumento de
sensibilidad al deslumbramiento, trastorno de la visión cromática, intolerancia
a las lentes de contacto por disminución de la secreción lagrimal e incremento
de la miopía y astigmatismo.
De acuerdo con un estudio de las universidades
de California, el uso prolongado de la
píldora anticonceptiva duplica el riesgo de padecer glaucoma, una de las
principales causas de la ceguera. Los investigadores detallan que las mujeres
que han tomado anticonceptivos orales por más de tres años tienen 2.05 veces
más riesgo de ser diagnosticadas con glaucoma.
No obstante, los científicos aclaran que esto se
trata de una asociación, es decir, no es una prueba absoluta que los anticonceptivos
causen glaucoma o ceguera. Por lo que antes de tomar la decisión de dejarlos,
deben consultarlo con su ginecólogo. Los investigadores también señalaron que
los médicos deben incluir el uso a largo plazo de las pastillas anticonceptivas en los perfiles de riesgo de las
pacientes para las enfermedades oculares.
Un interesante artículo publicado en la revista
“Cornea” 2013 del Dr. Chen, Sarah en el que examinaron la relación entre la
píldora anticonceptiva, el uso de lentes
de contacto y signos y síntomas de ojo seco
en mujeres jóvenes y sanas.
Los síntomas de ojo seco fueron
significativamente mayores en las pacientes que tomaban anticonceptivos orales
y usaban lentes de contacto y no hubo diferencias significativas en la
osmolaridad lagrimal entre ambos grupos. Y tanto en las pacientes que tomaban
anticoncepción como las que no y además usaban lentes de contacto, tuvieron más
síntomas de ojo seco.
Fuentes:
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