La córnea es el medio refringente más potente
del ojo, como lo certifica el hecho de que la suma de las potencias de la cara
anterior (48,8 dioptrías) y de la cara posterior (-5,8 dioptrías) da un total
de 43 dioptrías.
Los tres defectos refractivos (miopía,
astigmatismo e hipermetropía) pueden estar en parte provocados por una potencia
corneal excesiva (miopía), menor de lo normal (hipermetropía) o por una
diferencia de curvatura en los meridianos principales de la córnea.
Se pueden realizar cambios en el poder
refractivo de la córnea mediante su ablación, por medio de técnicas con láser
de excímero.
La modificación y moldeado de la forma y
curvatura de la córnea mediante láser de excímero constituye un método eficaz y
aceptado para corregir defectos refractivos, dada la capacidad de esta tecnología
de ablacionar tejido con un alto grado de precisión y un mínimo daño de las
estructuras adyacentes.
En la técnica del LASEK descrita por Camellin,
se produce un despegamiento del epitelio corneal tras su exposición a alcohol
etílico al 20 % durante unos 30-40 segundos. Se realiza la ablación en
superficie y se recoloca el epitelio cubriendo el área tratada, que se comporta
como si se tratara de un flap fino.
Esta técnica ofrece una serie de ventajas y
desventajas. Entre las ventajas:
-
Menor ablación estromal (menor incidencia de ectasias).
- No
hay posibilidad de dislocación del flap.
-
Independiente de las lecturas queratométricas.
Entre las desventajas podemos destacar:
-
Incomodidad del posoperatorio precoz: Dolor durante los primeros tres días y
visión borrosa hasta la retirada de la lente de contacto.
-
Posibilidad de haze —para evitarlo podemos contribuir a modular la
cicatrización mediante el mantenimiento de los corticoides entre 1 y 2 meses en
el posoperatorio, así como el uso de la mitomicina C.
La técnica se muestra tan segura y eficaz como
la PRK y el LASIK, se obvian los problemas del flap y se preserva una córnea
estructuralmente más sólida.
Así pues, si tenemos que seguir en LASEK, para
aplicar ablaciones convencionales o personalizadas, debemos solucionar los
problemas no resueltos: haze, dolor, retardo visual. Si se presupone la
presencia de un haze, sería posible evitarlo con el uso de mitomicina C (MMC).
La mitomicina C es un agente antimetabolito
poderoso, comúnmente usado en una concentración estándar de 0,02 % en pacientes
que son sometidos a ablación de superficie para miopía alta (más de 5 D o 7 D).
También se constituye en un antibiótico antitumoral con efecto alquilante, cuya
acción específica es inhibir la síntesis de ADN, particularmente en fase GI y S
—se obtiene a partir de Streptomyces caespitosus.
El dolor y el retardo visual vienen
condicionados por el proceso de repitelización. Podemos tratar al primero de
manera sintomática y en ese sentido los AINES inhibidores específicos de las
COX-2, han supuesto un avance analgésico muy importante.
Estas temáticas motivaron la realización de este
estudio cuyo propósito fue valorar los resultados visuales cualitativos y
cuantitativos, así como posibles complicaciones derivadas del uso LASEK+MC —sin
obviar el nivel de la calidad de vida de los pacientes intervenidos, ni el
grado de satisfacción experimentados por ellos.
Fuentes:
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