Existen estudios sobre como “ve” el niño con
autismo y la mayoría de estos estudios coinciden en que pareciera que los
autistas priorizan el aspecto focal de la visión y carecen de una visión global
que les impide hacer un barrido del espacio circundante, ya que cuando entran a
una habitación prestan atención de manera obsesiva sólo a un determinado objeto
como si no existiese nada mas en la habitación, mirándolo fijamente y
observando pequeños detalles que para cualquiera otra persona pasan
desapercibidos y dicen que al no ver la escena completa, ni la entienden, ni la
procesan, ni la retienen y por lo tanto no la reproducen.
La visión espacial del conjunto les genera mucha
confusión y quizá a esto se deba su deseo de estar siempre en entornos
conocidos y por lo cual presentan estados de ansiedad ante nuevos lugares.
Otro aspecto importante es el que menciona el
Dr. Melvin Kaplan, director del “The Center for Visual Management” de Nueva
York, son los problemas de convergencia visual y de estrabismo; las alteraciones
visuales de este tipo pueden llegar a afectar hasta el 20% contra el 4% de la
población general, aunque no está claro el porqué de ésta diferencia, la
hipótesis que se plantea se relaciona con la disfunción del sistema de
procesamiento visual, hecho que podría potenciar el desalineamiento de los
ojos.
También menciona que nuestro sistema sensorial
es tan complejo y debe funcionar de manera coordinada, que cuando esto no
sucede, se comprometen una serie de factores en el desarrollo temprano del niño
generando una confusión sensorial que se manifiesta de forma corporal y
conductual en los niños autistas.
La atención que estos pacientes necesitan es
diversa, la mayoría de las intervenciones son de tipo conductual con el objeto
de corregir conductas inadecuadas y poco es tomado en cuenta el aspecto
sensorial que es sumamente importante en el desarrollo del niño en general.
Tomando en cuenta que el 80% de la información
se recibe por la vía visual, que es el sentido dominante e integrador de los
demás sentidos, que los problemas de procesamiento visual no solo afectan la
postura y la manera de caminar, sino también el desarrollo social e incluso
intelectual, el cual se relaciona con la toma de decisiones ante una situación
determinada, atender correctamente este aspecto es básico en los pacientes
autistas.
Compensar o solucionar los problemas visuales en
estos pacientes no es fácil, pero la Optometría Funcional mediante una
valoración minuciosa y con la ayuda con lentes, prismas adecuadamente adaptados
y Terapia Visual-Cognitiva, puede contribuir de manera importante en cuanto a
los desórdenes sensoriales para coadyuvar en el tratamiento dentro del plan
coordinado que atiende a estos pacientes, mejorando el aspecto motriz, de
atención y alteraciones visuales.
Fuentes:
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