El síndrome tóxico del segmento anterior (STSA)
es una reacción inflamatoria posoperatoria estéril provocada por algún tipo de
sustancia no infecciosa que alcanza el entorno intraocular durante la cirugía y
provoca daño en los tejidos intraoculares.
Suele ocurrir en brotes y la mayoría de los
casos han sido descritos después de una cirugía del segmento anterior, aunque
la literatura recoge un brote de STSA donde se describen 5 casos, y con esto ha
demostrado que sí es posible su aparición tras cirugía vítrea. Los cultivos y
tinción de Gram son negativos y responde al tratamiento con esteroides.
La cirugía de catarata es actualmente un proceso
rápido, relativamente sencillo y, en la mayoría de los casos, con buenos
resultados. Sin embargo, aún se presentan casos con STSA después de realizado
el tratamiento quirúrgico.
La estructura más afectada suele ser el
endotelio corneal y las características clínicas que presenta son: edema
corneal de limbo a limbo; daño endotelial amplio; inflamación del segmento
anterior; depósitos de fibrina; aumento de las células inflamatorias; incluso
hipopion (pus en la cámara anterior entre la córnea y el iris); pupilas
dilatadas e irregulares que posteriormente se cierran y difícilmente se
dilatan, y daño en la malla trabecular con aumento casi constante de la presión
intraocular. Los síntomas más frecuentes son visión borrosa
con o sin dolor ocular.
Afortunadamente, los casos graves con secuelas son muy
poco habituales y los casos leves mejoran en un par de semanas, y a menudo
pasan inadvertidos. En el diagnóstico, es importante diferenciarlo de la
endoftalmitis bacteriana para realizar un correcto abordaje terapéutico.
Si se sospecha de un STSA, se instaurará cuanto
antes tratamiento esteroideo tópico cada hora; de lo contrario, los daños
pueden llegar a ser permanentes. No se puede descartar una endoftalmitis hasta
que la respuesta a los esteroides tópicos esté clara.
Varias son las causas que se describen en la
aparición del STSA. Dentro de ellas:
- La utilización de soluciones para la irrigación intraocular con pH, la osmolaridad y la composición química incompatible.
- Los residuos de dispositivos viscoelásticos, los detergentes, las endotoxinas bacterianas, los conservantes/vehículos de medicamentos oculares y otras impurezas en cámara anterior.
- El inadecuado mantenimiento de la limpieza en equipos e instrumentos, la no limpieza con aire de cánulas reutilizables.
- La utilización de menos de 120 cc de solución estéril no ionizada para el lavado de pieza de mano y sonda de irrigación-aspiración.
- La presencia de partículas de silicona del cartucho empleado en el inyector de lente intraocular plegable, el polvo de guantes.
- El uso de campos de tela en aislamiento de área quirúrgica por liberación de pelusas
- La toxicidad por uso de antibiótico en soluciones de irrigación o instilado en cámara anterior, entre otras más, aunque es difícil establecer el origen preciso.
Fuentes:
http://www.revoftalmologia.sld.cu/index.php/oftalmologia/article/view/495/html_263
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