1.
El síndrome de dispersión
pigmentaria (SDP) se presenta con una frecuencia entre 2 y 4 % de la población
joven de 20 a 40 años de edad. Es más frecuente en varones miopes de la raza
blanca.
2.
Se caracteriza por una disgregación
de los pigmentos provenientes del epitelio pigmentario del iris (EPI) y su
depósito en las estructuras del segmento anterior ocular (SAO).
3.
Se han propuesto varios factores que
favorecen la dispersión pigmentaria: herencia autosómica dominante, etiología
genética, anomalía congénita del epitelio pigmentario del iris (EPI),
alteraciones en el brazo largo del cromosoma 7, entre otros.
4.
Típicamente aparece el huso de
Krukenberg (HK), depósito endotelial de pigmentos que adoptan la forma de huso
debido a las corrientes convectivas de flujo del humor acuoso; aunque se
plantea que hasta un 50 % de los casos pueden carecer de este signo.
5.
Aproximadamente entre 30 y 50 % de
los pacientes con SDP pueden evolucionar a un glaucoma primario (GP) debido a
la obstrucción de los pigmentos del sistema trabecular. Una vez establecido,
suele ser rápidamente progresivo.
6.
El tratamiento hipotensor ocular
tópico y los procederes del tratamiento láser (trabeculoplastia) resultan
insuficientes para el adecuado control de la progresión del daño glaucomatoso y
es necesaria la cirugía filtrante.
7.
El huso de Krukenberg (HK) es el
signo que con frecuencia alerta al oftalmólogo general sobre la presencia de un
SDP. Es necesario evaluar el resto de las características oculares descritas
previamente que constituyen el síndrome. En ocasiones, los depósitos
retroqueráticos (RK) se observan en pacientes con distrofias endoteliales en
cuyas guttas se acumulan pigmentos.
8.
En los casos diagnosticados como SDP
se procede a realizar la iridotomía láser periférica. La BMU y la OCT de SA
deben realizarse después del tratamiento con láser para evaluar el efecto
obtenido en cada paciente.
9.
Los casos con SDP deben ser
evaluados cada 6 meses. Al año se deben monitorear el grado de la dispersión
del pigmento, la PIO, el examen fundoscópico y los exámenes imagenológicos
computarizados del DO y las capas de fibras neurorretinianas (CFNR) mediante
los exámenes de HRT- OCT-GDx.
10. Los
casos diagnosticados de GP en estadio avanzado deben ser sometidos rápidamente
a la intervención quirúrgica en aras de preservar la visión.
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