La optometría comportamental no se ocupa de las
patologías sino de las disfunciones visuales que ocasionan problemas de
aprendizaje, traumatismos cerebrales derivados de accidentes pero también
problemas de estrabismo, ambliopía, problemas de desarrollo y lateralidad o
visión doble (dipoplía).
Dicho de otra manera, comprueba el desarrollo y
funcionamiento de las diferentes habilidades visuales y perceptuales para ver
si funcionan con eficacia, y lo relaciona con otros sistemas sensoriales y
motores que en el desarrollo natural del niño evolucionan de forma paralela.
Se realizan ejercicios a nivel motor y
sensorial, se trabaja con las vías de entrada visual y auditiva así como en su
procesamiento, para que tenga una correcta respuesta en las vías de salida.
Para mejorar el funcionamiento visual se trabaja en el campo de los movimientos
oculares, el enfoque, la acomodación o la visión en tres dimensiones.
Entre las herramientas empleadas se encuentra la
fototerapia Syntonic que consiste en la aplicación de luz a través de unos
filtros coloreados con unas frecuencias específicas según el problema visual a
tratar.
El concepto de Terapia Visual que entendemos
como optometristas comportamentales va mucho más allá de lo que pudiera
imaginarse como “gimnasia para los ojos”. Es un concepto global, holístico.
En función de los resultados obtenidos en el
Examen Optométrico, de Percepción y Procesamiento de la Información Visual y de
las necesidades escolares, académicas, laborales o de ocio del paciente, el
optometrista prepara un programa personalizado de ejercicios orientado a
desarrollar y potenciar al máximo las habilidades visuales y la integración de
dichas habilidades con el resto de los sentidos: auditivo, equilibrio, ritmo…
de manera que conseguimos cambiar la manera de utilizar el sistema visual y en
consecuencia mejoramos el rendimiento escolar/laboral, deportivo además de
eliminar o reducir los síntomas que presenta inicialmente el paciente. Es
decir, creamos nuevas conexiones neuronales, creamos una nueva manera de ver.
Al finalizar el programa, a través de la
repetición de dichos ejercicios, habremos conseguido automatizar e integrar dichos
cambios y estos formarán parte ya del paciente sin que tenga que hacer nada
para mantenerlos y sin miedo a que los problemas vuelvan a aparecer.
Fuentes:
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