- Una infección ocular (por ejemplo, la queratitis infecciosa)
- Una lesión en el ojo
- Una inflamación o irritación del ojo
Hay factores que aumentan el riesgo de sufrir
opacidad corneal. Si tienes alguno de ellos, consulta al oftalmólogo sin
demora:
- Sarampión, si resulta en una infección o tejido de cicatrización en el ojo
- Cuerpos extraños que lastimen el ojo
- Lesión en el ojo, ya sea por un golpe en él o por una sustancia química
- Virus del herpes simple, que puede afectar a los ojos
- Conjuntivitis o infecciones de cualquier tipo
- Lentes de contacto si los usas por un período prolongado de tiempo, sobre todo si duermes con ellos. En esos casos, como el de Antonia, se aumenta el riesgo de las infecciones oculares y la probabilidad de desarrollar opacidad corneal.
- Deficiencia de la vitamina A
Presta atención a los síntomas
Los siguientes signos y síntomas pueden
presentarse en varias condiciones que afectan a los ojos, no son exclusivos de
la opacidad corneal. Pero si los notas, debes acudir al oftalmólogo sin demora:
- Disminución o pérdida de la visión
- Dolor en el ojo
- Sensación de un cuerpo extraño en el ojo
- Lagrimeo o secreción del ojo
- Irritación del ojo o sensibilidad a la luz
- Área del ojo que aparece nublada, turbia o que no es transparente
Cómo se trata
El médico te hará un examen ocular completo,
utilizará unas gotas en los ojos para dilatar las pupilas. Probablemente, mediante
un microscopio especial con un rayo de luz de alto poder, examinará la córnea y
las otras estructuras del ojo.
Cuando el problema es menor, el ojo se cura con
rapidez. Pero si la opacidad es más seria, toma más tiempo para sanarse. El
tratamiento depende de la posible causa del problema, así como de la severidad
de la lesión. Puede incluir poner parches en el ojo, el uso temporal de lentes
de contacto, distintos medicamentos y hasta cirugía en casos muy severos. Los
tratamientos más frecuentes incluyen:
- Gotas para los ojos, que contengan antibióticos, esteroides o ambas cosas
- Medicamentos por vía oral (tomados)
- Cirugía para eliminar el tejido de cicatrización en algunos casos. Esta cirugía puede llevarse a cabo con rayos láser si la cicatriz está muy cerca de la superficie de la córnea.
- Trasplante de córnea en los casos más severos
En todo caso, lo mejor es que tomes medidas para
prevenir la opacidad de la córnea. Procura evitar, por ejemplo, los golpes en
los ojos, usando gafas protectoras que los protejan cuando realices una
actividad que pueda dañarlos. Estas gafas deben quedar ajustadas en la cara
para evitar que un cuerpo extraño penetre bajo ellas y golpee el ojo. Otra cosa
que puedes hacer si usas lentes de contacto es seguir estrictamente las
indicaciones de tu optometrista u oftalmólogo en cuanto a su uso, como debes
cuidarlos y limpiarlos, y de esta forma ayudar a evitar que se contaminen con
bacterias que causen infecciones.
Pero, sobre todo, consulta inmediatamente a tu oftalmólogo
si sospechas que padeces de una infección en los ojos, si te lastimas un ojo o
si experimentas dolor en los ojos o algún cambio en la visión. Si el
médico estima que padeces de opacidad corneal, un tratamiento temprano más
sencillo puede evitar la necesidad de tratamientos más complicados o invasivos,
como una cirugía o el trasplante de córnea.
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