Hasta hace poco los lentes de contacto de
colores, que se usaban sólo con fines cosméticos, eran productos de venta
libre. También conocidos como lentes de contacto “planos” o “no correctivos”,
los vendían en salones de belleza y supermercados, o hasta en los lugares más
insólitos como los mercados de pulgas y las tiendas de discos. Y cuando llegaba
Halloween, se vendían como pan caliente para completar el disfraz de vampiro o
lograr una mirada de tigre.
Pero se hicieron tan populares y accesibles, que
muchas personas los empezaron a comprar y a utilizar indiscriminadamente como
si fueran pelucas de colores, olvidándose que no sólo eran un adorno, sino que
originalmente eran un dispositivo médico para corregir los problemas de la
visión. Y muchos parecieron olvidarse lo más importante de todo, que los lentes
de contacto tocaban una de las partes más delicadas del cuerpo: ¡la córnea del
ojo!
Los peligros de los lentes de contacto se
presentan cuando no se usan correctamente o se usan más tiempo del indicado, si
se manipulan de manera incorrecta, con las manos sucias o no se ajustan de
manera adecuada a la curvatura de la córnea, también se convierten en un
peligro para quien los usa. La queratitis infecciosa es una de las enfermedades
más comunes en quienes usan lentes de contacto, esta se debe a la poca higiene
con que se manejan los lentes de contacto, estos son artículos que van
directamente al ojo, lo que puede provocar infecciones muy fuertes y difíciles
de tratar.
Es recomendable que los lentes de contacto solo
se utilicen con receta médica ya que es sólo el oftalmólogo el que puede
decidir si la persona puede empezar a usar los lentes y nos dirá el cuidado
adecuado para los mismos, también nos dará los lentes nuevos en su estuche con
los líquidos necesarios para la limpieza, cosa que no tendremos si compramos
los lentes de contacto en lugares no establecidos o reusados.
La FDA recomienda que sigas al pie de la letra
las indicaciones de higiene y uso que están contenidas en el empaque de los
lentes de contacto. Algunas indicaciones generales son:
- Lávate las manos antes de tocar los lentes de contacto
- Nunca limpies los lentes con saliva, agua del grifo, agua embotellada o solución salina preparada en casa. El optometrista u oftalmólogo te puede recomendar la mejor solución para limpiar los lentes y para desinfectarlos si no son desechables.
- Mantén limpio y seco el estuche de los lentes, y cámbialo cada seis meses.
- Si necesitas gotas para los ojos mientras traes los lentes de contacto, pídele a tu optometrista u oftalmólogo que te diga cuáles puedes usar.
- Si usas maquillaje, pregúntale a tu médico si es seguro para tus lentes.
- Nunca uses los lentes por más tiempo del que se indica en el empaque y quítatelos cuando vayas a nadar, a lavarte la cara o a dormir.
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