El embarazo es un proceso caracterizado por un
incremento de distintas hormonas que tiene como objetivo garantizar el normal
desenvolvimiento de este periodo. El cuerpo de una madre sufre muchos cambios
durante el embarazo. Cada órgano del cuerpo se ve afectado, incluyendo los
ojos.
Los cambios fisiológicos, bioquímicos y
anatómicos que ocurren durante la gestación son extensos y pueden ser
sistémicos o locales. Muchos de estos van a regresar a su estado pregestacional
entre el parto y las 6 sem del puerperio. Estos cambios fisiológicos normales
logran un entorno saludable para el feto, sin compromiso de la salud materna.
En muchos sistemas, sin embargo, la actividad estará incrementada.
Es importante tener en cuenta que durante el
embarazo pueden haber también enfermedades previas, diagnosticadas o no, que
repercuten sobre los diferentes aparatos o sistemas dentro de los cuales se
destaca el aparato visual.
Las gestantes deben cuidar de forma especial su
visión, sobre todo cuando existen problemas oculares previos como; glaucoma,
hipertensión o diabetes. Muchas complicaciones pueden evitarse con un adecuado
control.
La refracción ocular puede sufrir cambios que se
explican porque el índice de refracción y los medios refringentes se encuentran
alterados, observándose una variación de las dioptrías. Las mujeres miopes
tienden hacia una mayor miopía explicada por un cambio en el colágeno que hace
que el globo ocular se expanda.
Otra explicación para el aumento de esta miopía
es el edema corneal debido a la retención de líquidos. De aquí que sea
desaconsejable la cirugía refractiva durante el periodo de embarazo.
Estas son algunos de los problemas que podría
sufrir una mujer durante el embarazo en la vista:
Visión borrosa y menor capacidad de
visión que antes del embarazo. Si no utilizas gafas,
no es conveniente graduar la vista durante esta etapa ya que unos meses después
del parto, la vista suele volver a ser la misma que se tenía antes del
embarazo. Poner gafas podría ser contraproducente y crear un problema donde
antes no lo había.
Sequedad en los ojos.
Para solucionarlo basta con tener a mano cápsulas de suero fisiológico para
humedecer el ojo. La retención de líquidos puede afectar al grosor
y la curvatura del ojo, aumentando su tamaño.
Ojos irritados:
es posible que noten más esta molestia las embarazadas que utilizan lentes de
contacto. En estos casos convendría utilizar durante más tiempo las
gafas.
En mujeres hipertensas o que padecen preeclampsia
y eclampsia pueden padecer disminución de la agudeza visual, visión
doble o pérdida de visión en algún momento determinado.
La miopía en el embarazo
Las mujeres que tengan un problema de miopía
deberían revisarse la vista durante y después de la gestación ya que podría
aumentar a lo largo de la gestación y, sobre todo, en el momento del
parto.
Está comprobado que la miopía puede aumentar
entre media y una dioptría en el embarazo debido a los cambios hormonales.
Si ocurre esto, la embarazada deberá revisar la graduación de las gafas, aunque
es posible que después del embarazo vuelva a tener las dioptrías que tenía
antes.
Por otro lado, el parto vaginal puede ser
peligroso para mujeres miopes y es que la fuerza producida por los pujos ejerce
una presión extra que se transmite hasta el ojo. Un ojo sano no nota estos
cambios de tensión pero en casos de miopía se podría producir un
desprendimiento de retina. Según el caso, el oftalmólogo podría
recomendar
un parto por cesárea.
Tratamiento de los problemas de la visión para mujeres embarazadas
Las alteraciones en la visión experimentadas
durante el embarazo generalmente se resuelven después del parto. Por lo tanto,
los médicos generalmente no toman ninguna medida para corregir la visión en
mujeres embarazadas. Las mujeres embarazadas no pueden someterse a cirugía para
la corrección de la visión durante el embarazo.
De hecho, las mujeres que están planeando quedar
embarazadas no deben someterse a una cirugía correctiva del ojo por lo menos
seis meses antes de la concepción. Además, las mujeres no pueden tener este
tipo de cirugía durante seis meses después del parto.
Los médicos suelen recomendar el uso de gotas
lubricantes para los ojos para aliviar la irritación, visión borrosa y
sequedad del ojo. Si usar lentes de contacto se torna molesto, las
mujeres embarazadas pueden optar por anteojos.
Es necesario conocer bien la fisiología normal
de las gestantes para comprender los procesos de enfermedades coincidentes
durante el embarazo. La atención integral a la embarazada incluye la valoración
por parte de un equipo multidisciplinario de especialistas que al evaluar los
diferentes riesgos deciden si se envía o no a interconsulta con otras
especialidades como Oftalmología.
Fuentes
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