La ambliopía es la mala visión en un ojo que no
desarrolla su visión normal durante la primera infancia. Ocasionalmente, es
llamada “ojo vago”, se origina en la infancia, pero si no es diagnosticada y
tratada precozmente, puede prolongarse durante la edad adulta.
Cuando un ojo desarrolla buena visión, mientras
que el otro no, el ojo con menor visión es llamado ambliópico. Por lo general,
sólo un ojo se ve afectado por la ambliopía, pero es posible que los dos ojos
sean "perezosos". Esta condición se llama ambliopía bilateral.
La condición es común. Dos o tres de cada 100
personas tienen ambliopía. El mejor momento para corregir la ambliopía es
durante la infancia o la niñez temprana. Se manifiesta antes de los 8 años
aproximadamente. La ambliopía es la causa más frecuente de baja agudeza visual
en niños y jóvenes. En esta población es 10 veces más usual que cualquier
traumatismo o enfermedad ocular.
Para tener una visión normal, es importante que
ambos ojos desarrollen una visión igual. Si un niño tiene ambliopía y no puede
usar sus ojos normalmente, la visión no se desarrolla adecuadamente y puede
inclusive disminuirse. Después de los primeros nueve años de vida, el sistema
visual suele estar completamente desarrollado y por lo general, no puede
cambiar.
Causas
La ambliopía ocurre cuando la ruta nerviosa
desde un ojo hasta el cerebro no se desarrolla durante la infancia. Esto ocurre
debido a que el ojo anormal envía una imagen borrosa o equivocada al cerebro.
Esto confunde al cerebro y éste puede aprender a
ignorar la imagen proveniente del ojo más débil. El estrabismo (ojos bizcos) es
la causa más común de ambliopía y, con frecuencia, hay un antecedente familiar
de esta afección.
El término "ojo perezoso" se refiere a
la ambliopía que a menudo ocurre junto con el estrabismo. Sin embargo, la
ambliopía puede ocurrir sin el estrabismo. Asimismo, las personas pueden tener
estrabismo sin ambliopía.
Otras causas abarcan:
- Cataratas infantiles
- Hipermetropía, miopía o astigmatismo, especialmente si es mayor en un ojo
Síntomas
Algunos de los síntomas de ambliopía (ojo
perezoso) en los niños que deben tenerse en cuenta son:
- Mala visión en un ojo o visión deficiente en general;
- La acción de entrecerrar los ojos, inclinar la cabeza o cerrar un ojo para ver;
- Una percepción de profundidad baja (dificultad para juzgar distancias relativas entre los objetos)
- Un ojo desviado hacia afuera o hacia adentro;
- Dolores de cabeza.
Si los padres notan estos síntomas en su hijo,
es muy importante que el niño sea examinado por un oftalmólogo. La corrección
del ojo perezoso o un tratamiento deben iniciarse tan pronto como sea posible
para que el sistema visual del niño pueda desarrollarse adecuadamente.
¿Cómo se puede prevenir?
Todos los niños deberían someterse a una
revisión oftalmológica para descartar la ambliopía antes de los 3 años de edad.
Es necesario hacer un diagnóstico precoz y poder tratar con garantías el “ojo
vago” y evitar la continuidad de la patología en edad adulta. El oftalmólogo
pediátrico puede realizar la exploración para descartar esta patología a
cualquier edad, por pequeño que sea el niño, y aunque no colabore.
¿Existen tratamientos para la cura de este trastorno? ¿En qué consisten?
Hay terapéuticas efectivas que estarán
vinculadas con la causa de la afección. La principal consiste en cubrir el ojo
normal con un parche para estimular el uso del ojo ambliope. Asimismo, el
empleo de cristales correctores o lentes de contacto y la cirugía.
Existen otros métodos de “penalización” del ojo
sano, como la utilización de colirio dilatador para provocar visión borrosa en
el ojo sano o la prescripción de gafas con graduación no necesaria en el ojo
bueno.
¿Por qué debe tratarse la ambliopía?
La ambliopía es una de las causas de déficit
visual prevenible en la población que sería económicamente activa en la
sociedad entre la segunda y la cuarta décadas de la vida. Se estima una
prevalencia de entre 2 y 4 % de la población general, entre 3 y 4 % de los
niños en edad preescolar, y entre 2 y 7 % de los niños en edad escolar.
La OMS estima una prevalencia en países
industrializados de 10-22/10 000 y de 30-40/10 000, en los de menos desarrollo,
para Latinoamérica, las cifras oscilan entre 9 y 10 %, y en Cuba, con una
población de 1,3 millones de habitantes menores de 15 años, implica entre 130 y
520 niños con deficiencia visual por esta causa.
Si la ambliopía no es tratada, varios problemas
pueden ocurrir:
- El ojo ambliópico puede desarrollar un defecto visual permanente y grave;
- La percepción de profundidad (posibilidad de ver en tres dimensiones) se puede perder, ya que para esto se necesita una buena visión en ambos ojos;
- Si el ojo más fuerte se enferma o es lesionado, esto puede resultar en una visión pobre durante toda la vida.
Las personas con buena visión en un sólo ojo,
pueden encontrar limitaciones en los tipos de trabajos que puedan realizar. Su
oftalmólogo le puede enseñar cómo es tratada la ambliopía, y ayudarle a usted
ya su hijo a llevar a cabo el tratamiento con éxito.
Se debe realizar el examen ocular a recién
nacidos, lactantes, preescolares y escolares, y, en estos 2 últimos, además,
tamizar la AV para evitar que la ambliopía no reconocida siga su curso más allá
de esta edad.
Su prevención debe ser promocionada en todos los
niveles e involucrar a toda la población, con especial énfasis por los médicos,
docentes y padres, con el fin de generalizar el conocimiento de su existencia y
la posibilidad de su prevención.
Fuentes:
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