Investigadores del grupo de Biomedicina
Molecular, Celular y Genómica del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe ha
demostrado en modelo animal que el uso de la molécula DMOG, que estabiliza un
factor de transcripción, es una buena terapia para retrasar la progresión de la
retinosis pigmentaria.
Las conclusiones del trabajo, publicado en la
revista de la Federation of American Societies for Experimental Biology,
suponen un avance en la búsqueda de nuevas terapias farmacológicas
antioxidantes y/o antiinflamatorias para ralentizar la progresión de la
retinosis pigmentaria y retrasar así la ceguera con independencia del defecto
genético que presenten los pacientes.
La investigadora del Programa Miguel Servet y
autora del artículo de este estudio, Regina Rodrigo, ha explicado que "es
la primera vez que se propone la manipulación farmacológica de un factor de
transcripción como HIF-1 como diana terapéutica de la retinosis
pigmentaria", según un comunicado de la Generalitat.
La investigadora ha asegurado que el siguiente
paso es determinar qué molécula o moléculas, reguladas por este factor de
transcripción, serían las responsables de este efecto neuroprotector. El grupo
se ha centrado en evaluar si la retinosis pigmentaria en ratones rd10 iba
acompañada de una pérdida gradual del metabolismo de oxígeno, como sugerían
otros autores.
Se postula que esta pérdida provocaría un
aumento de oxígeno en la retina o hiperoxia, que generaría un daño oxidativo y
aumentaría la muerte de los fotorreceptores. Para evaluar si las retinas de los
ratones estaban expuestas a hiperoxia, se determinó la cantidad de una molécula
que se regula por oxígeno, el factor inducible por hipoxia alfa (HIF-1).
Se ha demostrado que los niveles de HIF-1 y
algunos de sus genes diana, como el transportador de glucosa 1, el factor de
crecimiento endotelial o la endotelina (GLUT1, VEGF, ET1, respectivamente)
están disminuidos en la retina de los ratones rd10 antes y durante la
degeneración de los fotorreceptores, lo que sugiere que existe un ambiente
hiperóxico en la retina también en este modelo.
En vista de estos resultados, se decidió inhibir
la degradación de este factor con un inhibidor de hidroxilasas, DMOG y su
inyección fue capaz de aumentar los niveles de HIF-1 y de sus dianas, de
retrasar la muerte de los fotorreceptores, disminuir la inflamación y el estrés
oxidativo.
Por tanto, la estabilización de los niveles de
HIF-1 podría ser una buena diana terapéutica para ralentizar la progresión de
la retinosis pigmentaria, han concluido. La manipulación de los niveles de HIF
es de gran interés porque se están ensayando estrategias para su inactivación
en el cáncer, así como para su activación en anemias o situaciones de isquemia.
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