Entre las enfermedades incapacitantes más
frecuentes en la población mundial están las oftalmológicas. Estas afecciones
disminuyen la calidad de vida, y ya en etapas avanzadas pueden afectar la
independencia de las personas. Enfermedades como el glaucoma, la catarata, la
retinopatía diabética e hipertensiva y la degeneración macular asociada a la
edad (DMAE), muestran una alta prevalencia y requieren seguimientos constantes
de los sistemas de salud.
Si se analiza que algunos de los factores de
riesgo (FR) aterosclerótico, tales como tabaquismo, diabetes mellitus (DM) e
hipertensión arterial (HTA), aumentan la probabilidad de ocurrencia de las
afecciones oculares, se reafirma la necesidad de una adecuada atención y
seguimiento temprano de estos padecimientos.
En una investigación realizada en el año 2011,
titulada "Presencia de afecciones oftalmológicas en pacientes con diabetes
mellitus tipo 2", se encontró que padecían de catarata el 34,6 %; con
sospecha de glaucoma el 20,2 % y con retinopatía diabética el 17,8 %. En este
grupo de estudio prevaleció el hábito de fumar en el 38,5 %, en tanto 31,2 %
resultaron exfumadores.
En otro estudio, se obtuvo una frecuencia
significativamente mayor de pulsaciones venosas espontáneas en los fumadores
(86 %) en comparación con los no fumadores (51 %). Los valores medios de
presión venosa en la retina (RVP-Retinal Venous Pressure) fueron ligeramente
más bajos en los que practican este hábito tóxico: 15,3 y 15,5 (fumadores)
frente a 15,9 y 16,2 (no fumadores) para el ojo derecho (OD) y el izquierdo
(OI), respectivamente. Aunque la diferencia en RVP, entre estos dos grupos, no
alcanzó significación estadística, la frecuencia cardíaca si resultó
significativamente mayor en los fumadores. Tampoco se identificaron
desigualdades significativas en los valores de la PIO entre el grupo de
fumadores (OD: 14,2; OI: 14,6) y no fumadores (OD: 13,0; OI: 13,1).
En el año 2016, un estudio realizado por Salowe
y otros a encuestados con enfermedades oculares relacionadas con la edad,
encontró una deficiencia visual mayor entre los fumadores actuales (48 %), con
respecto a los exfumadores (41 %) y los que nunca habían practicado este hábito
(42 %); y concluyeron que los fumadores tienen más probabilidades de tener
discapacidad visual que los que nunca han fumado (odds ratio 1,16).
Según los resultados obtenidos por Yoshida y
otros, la presión arterial sistólica (PAS), la presión arterial diastólica
(PAD) y el número de cigarrillos fumados por día, muestran una correlación
significativamente positiva con la PIO, tanto en hombres como en mujeres. Los
valores promedio ajustados de la PIO fueron mayores en los fumadores que en los
no fumadores, independientemente del nivel de hematocrito.
Pérez Castillo, en su trabajo sobre pacientes
operados por catarata, observó que el 67,1 % tenía catarata senil. Como
antecedentes patológicos oculares encontró el 26,1 % de pacientes con
retinopatía diabética; el 18,8 % de pacientes glaucomatosos y el 14,5 % con
DMAE.
Esto permite intuir la existencia de FR comunes
a estas afecciones oftalmológicas, entre los que se encuentran los de tipo
aterosclerótico, tales como el tabaquismo, la HTA y la DM. El presente trabajo
tiene como propósito describir la posible influencia de los factores de riesgo
aterosclerótico: tabaquismo, hipertensión arterial y diabetes mellitus en las
enfermedades oftalmológicas: glaucoma primario de ángulo abierto, catarata,
retinopatía diabética e hipertensiva, y degeneración macular asociada a la
edad.
Estudio Completo:
Excelente orientación.
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