Entre las técnicas quirúrgicas para la
extracción del cristalino se encuentra la facoemulsificación, introducida por
Kelman en el año 1967. Al comienzo no tuvo muchos adeptos, pero a partir de
mediados de los años 80 ha venido convirtiéndose en todo el mundo en la técnica
de elección en la cirugía de catarata, como una evolución de la cirugía
extracapsular.
Tiene grandes ventajas sobre las técnicas
anteriores. Se realizan incisiones de 3 a 4 mm, con mecanismos valvulares
autosellantes que no necesitan suturas, lo que hace que se reduzca el
astigmatismo inducido en el posoperatorio, y esto permite una muy rápida
rehabilitación visual y funcional de los pacientes.
Atendiendo a que las cataratas pueden
presentarse de forma bilateral en el paciente, su corrección mediante la
cirugía bilateral puede realizarse de forma secuencial inmediata o no
inmediata. En la literatura se presentan diferentes criterios sobre las ventajas
de la cirugía de la catarata bilateral secuencial e inmediata (ISBCS -
immediately sequential, bilateral cataract surgery) y objeciones de estas, que
han dado lugar a una amplia controversia, por lo que merecen ser revisadas.
Son muchas las razones para la realización de la
ISBCS. Los pacientes a quienes se les ha aplicado tienen la experiencia de la
casi inmediata rehabilitación de su sistema visual, mientras que a los
pacientes a quienes se les ha realizado de forma no inmediata, sufren de
pérdida de la visión binocular hasta un tiempo considerable después de la
segunda cirugía.
También con la aplicación de la ISBCS se reducen
en un 60 % las visitas a consultas, se produce mucho bienestar en los
pacientes, se reduce la sensación de miedo y es preferida por los que requieren
de anestesia general u otros tratamientos especiales para la cirugía. Además,
aumenta la eficiencia de los salones de cirugía, ya que se pueden realizar más
operaciones por día y se ahorran billones de dólares en gastos del sistema de
salud y de los pacientes.
Con respecto a los riesgos, estos ocurren de
cualquier manera en las operaciones por separado, justo a diferentes tiempos,
por lo que estos no son una razón para juzgar un procedimiento médico. La ISBCS
requiere de la implementación de medidas de seguridad para el segundo ojo, que
incluyen la completa separación estéril de los ojos, un nuevo instrumental y
fluidos, para reducir lo más posible los riesgos de endoftalmitis. También se
propone la utilización de procedimientos quirúrgicos normalizados y la
definición de guías para la ejecución de la ISBCS.
A pesar de que la mayoría de los cirujanos
reconocen las ventajas inherentes a la hora de practicar la cirugía bilateral
secuencial inmediata del cristalino por facoemulsificación, aún sigue siendo un
procedimiento que no se indica como tratamiento de referencia en la mayoría de
los países. El propósito de este estudio es demostrar los buenos resultados
refractivos que propicia esta técnica, así como el ahorro económico versus el
de la cirugía bilateral del cristalino no secuencial.
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