La cirugía del glaucoma es una opción de
tratamiento encaminada a disminuir la presión intraocular, una vez que no hay
respuesta a las alternativas no quirúrgicas. En los últimos años está
experimentando una evolución sorprendente. Aparecen nuevos dispositivos que
buscan obtener un control tensional con las mínimas complicaciones.
En la Reunión Anual de la Sociedad Americana de
Glaucoma, realizada en el año 2015, Ike Ahmed declaró que al concluir el año
2014 se habían colocado más de 70 mil de estos dispositivos en todo el mundo;
aproximadamente 6 000 pacientes habían formado parte de estudios randomizados
relacionados con dichas técnicas, y cada vez se incrementa más el número de
artículos científicos que se refieren al tema.
Actualmente se reserva el término minimally
invasive glaucoma surgery para el grupo de técnicas quirúrgicas que favorecen
el drenaje del humor acuoso vía ab-interno a través de la córnea clara y con
las cuales con frecuencia se coloca un dispositivo biocompatible en el ángulo camerular.
El Ex-PRESS, el Trabectome, el iStent y recientemente el Cypass (julio, 2016)
son los únicos aprobados por la FDA.
Pendiente de esto se encuentran el Hydruss y el
XEN. Sin embargo, es necesario para la mayoría de ellos mostrar su éxito en el
tiempo.
Las bondades de estas nuevas técnicas y
dispositivos han hecho que para muchos se replantee el algoritmo de tratamiento
para glaucoma, valorando de manera precoz la opción quirúrgica, una vez que con
uno o dos medicamentos no se logra la PIO deseada.
Así se evita la progresión, se logra mejor control
tensional y mayor éxito quirúrgico al disminuir el fallo por la fibrosis
generado por los colirios al sensibilizar la superficie ocular. Su alto costo
aún no permite disponer habitualmente de ellos. Sin embargo, estos nuevos
procederes emergen como opción favorable a valorar en pacientes con glaucoma
leve y moderado.
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