Las cataratas pediátricas que aparecen al
nacimiento o en los primeros años de la vida constituyen un serio obstáculo en
el desarrollo del sistema visual de los niños, que debe ser solventado lo más
precozmente posible. Incluso en los países desarrollados las cataratas
pediátricas son responsables de un importante porcentaje de ceguera infantil.
El problema más importante es que una
deprivación visual durante el periodo crítico de desarrollo visual condiciona
una ambliopía reversible o irreversible en función de la edad en la que se
produce. Sin embargo, a pesar de la
gravedad de la ambliopía, el pronóstico visual tras la cirugía de catarata ha
mejorado enormemente en las dos últimas décadas.
EPIDEMIOLOGÍA
Se ha estimado en alrededor de 1,5 millones el
número de niños con baja visión o ciegos legales (agudeza visual con corrección
menor a 1/20 en el mejor ojo) en el mundo, con una prevalencia de 1 a 4/10.000
niños en los países industrializados y de 5 a 15/10.000 en los países en vías
de desarrollo.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y DIAGNÓSTICO
Los signos y síntomas por los que se diagnostica
una catarata, de mayor a menor índice de frecuencia, son:
1. Leucocoria.
2. Nistagmos en las cataratas bilaterales.
3. Estrabismo, generalmente esotropía en los más
pequeños y exotropía en los mayores.
4. Disminución de visión que, o notan los
padres, o manifiesta el propio enfermo cuando alcanza cierta edad.
5. Exploración rutinaria o secundaria a cualquier
otra enfermedad.
6. Glaucoma doloroso, microftalmos o cualquier
otro tipo de anormalidad ocular.
El examen ocular debe hacerse con la pupila
dilatada y lámpara de hendidura manual, abriendo el ojo con un blefarostato, y
mejor bajo anestesia general que se aprovechará para tomar la presión
intraocular. Se verificará primero si la catarata es unilateral o bilateral y
cuál es su morfología y posición. Hay que medir y comparar los diámetros
corneales.
Un examen oftalmoscópico indirecto despistará
cualquier patología del polo posterior y, si éste no puede visualizarse con
claridad, se realizará una ecografía.
Mientras que en las cataratas unilaterales
necesitaremos pocas pruebas complementa rias, las cataratas bilaterales nos
harán sospechar un origen hereditario o una enfermedad sistémica asociada, por
lo que es aconsejable hacer un examen pediátrico completo, análisis de orina
para despistar galactosemia y títulos para TORCHS (Toxoplasmosis, Rubéola,
Citomegalovirus, Herpes y Sífilis). En casos seleccionados se puede completar el
examen con un estudio genético.
DIAGNÓSTICO PRECOZ
Numerosos estudios muestran la existencia de un
periodo crítico visual de desarrollo durante
el cual el sistema visual inmaduro debe ser estimulado por la formación de
imágenes nítidas en la retina para permitir un desarrollo visual correcto. Si
esta estimulación no ocurre, se producirá una profunda e irreversible
ambliopía.
En los niños con cataratas congénitas
unilaterales completas, el periodo considerado crítico para que concluya un
desarrollo visual está en torno a las seis primeras semanas de la vida. Es por
ello que la cirugía de este tipo de cataratas se puede considerar una emergencia
quirúrgica.
El periodo crítico para revertir de forma
completa la deprivación ambliogénica en el caso de cataratas congénitas
bilaterales completas no ha sido definido tan claramente como en el caso de
las monoculares. La cirugía debe
llevarse a cabo antes de los 2-3 meses de edad. Después de este tiempo se
produce el nistagmus secundario a la deprivación sensorial indicando un mal
pronóstico visual.
INDICACIONES DE TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
En los niños afectados de cataratas unilaterales
o bilaterales, las indicaciones quirúrgicas y la relación riesgo-beneficio son
más complejas que en los pacientes adultos.
Debemos considerar el tratamiento quirúrgico de
una catarata cuando es extensa (está generalmente aceptado que cuando una
opacidad cristaliniana es mayor de 3 mm, es significativa desde el punto de
vista visual y debe intervenirse quirúrgicamente) o cuando es una catarata
parcial cuya visión no mejora con las oclusiones o penalizaciones, cuando hay
pérdida de fijación o nistagmus o estrabismo inducido por la deprivación visual.
Cuando no cumple criterios de tratamiento
quirúrgico se iniciará un tratamiento de rehabilitación visual exhaustivo cuyo
principal objetivo es evitar una ambliopía secundaria. Para ello realizaremos
una corrección refractiva con/sin oclusiones, penalizaciones. Haremos un
seguimiento estricto de la refracción adaptándola en cada visita.
Estudio Completo: http://www.laboratoriosthea.com/archivos/publicaciones/00091.pdf
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