La realidad aumentada puede ayudar a tratar la
patología de 'ojo vago', llamada ambliopía, según un reciente estudio del
Instituto de Psicología de Beijing (China), publicada en la revista
'Psychological Science'.
Esta investigación sugiere que la realidad
aumentada puede utilizarse para reducir esta discrepancia visual. "El
sistema entrega un vídeo alterado pero complementario a cada ojo en tiempo
real, obligando así a hacer uso de ambos ojos cooperativamente", ha
explicado el principal investigador, Min Bao.
Los resultados del estudio han demostrado la
mejora en el equilibrio ocular tras un período de dos meses, "varias
sesiones de adaptación de 3 horas produjeron efectos que se fortalecieron
cuando las personas volvieron a su entorno visual normal, después de terminar
el entrenamiento", ha señalado Bao.
Para la investigación los autores analizaron a
10 adultos, a los que sometieron durante 5 días a una sesión de entrenamiento
diaria de 3 horas en la que usaban un instrumento de realidad aumentada que les
mostraba una versión ligeramente alterada de su entorno en tiempo real. Las
imágenes presentadas a cada ojo eran casi idénticas, salvo una pequeña región
pixelada para cada ojo. El entrenamiento obligó a los participantes a ponderar
cada ojo por igual para poder procesar y percibir la escena completa.
Para medir el cambio en el dominio ocular los
sujetos completaron una tarea de rivalidad binocular al comienzo de cada sesión
de entrenamiento en la fase de adaptación, así como en las sesiones de
seguimiento, que fueron 24 horas, 2 días, 3 días, 1 semana, 3 semanas, 2 meses,
y 4 meses después de la última sesión de entrenamiento.
Los resultados indicaron que los estímulos
mostrados al ojo más fuerte iban haciéndose menos dominantes con el tiempo,
aumentando con eficacia el equilibrio interocular de los participantes. Dicho
equilibrio continuó mejorando en los 2 meses posteriores al entrenamiento.
En otro experimento, 18 personas diagnosticadas
con ambliopía participaron en un procedimiento de entrenamiento similar. En
esta ocasión, se volvió a demostrar la mejoría de esta patología, tanto a lo
largo de la fase formativa, como en las semanas siguientes.
Los resultados de un tercer grupo de
participantes indicaron, por su parte, que el ojo más débil demostró mejora en
varias funciones, como coherencia del movimiento de dicópticos, agudeza visual,
y combinación interocular de la fase.
Fuentes: