Cuba posee servicios con tecnología de avanzada,
en todo el país, para el tratamiento de afecciones oftalmológicas de la
infancia, que permiten detectar desde el nacimiento enfermedades de la visión,
y evitar la ceguera.
Todo paciente que nace prematuro tiene alto
riesgo de poseer Retinopatía del Prematuro, por lo cual se realiza un
seguimiento en la consulta de oftalmología para que esta enfermedad sea
detectada y tratada oportunamente y evitar que llegue a estadios avanzados, y
sea un débil visual o un ciego total.
Se insiste en la importancia del chequeo
oftalmológico a los niños en el nacimiento, a los seis meses, un año, tres años
y cinco años y en los casos que la familia padezcan afecciones de la visión,
deben estar pesquisados, tanto por el médico de la familia como por el pediatra
del área para tener un seguimiento más estricto.
Además hay padres portadores de enfermedades
hereditarias como la catarata congénita y el glaucoma y por tanto los hijos
tienen riesgo de nacer con estas afecciones y deben ser chequeados en edades
tempranas para recibir el tratamiento oftalmológico.
El niño que nace prematuro no tiene su retina
completamente formada, está inmadura, porque los vasos todavía no han llegado a
la periferia y ello provoca ciertos procesos en el ojo que la mayoría de las
veces ocasionan la retinopatía de la prematuridad.
Entre los logros de la especialidad en la isla,
que posee 71 oftalmólogos pediátricos, figuran la formación de recursos humanos
y la cirugía de la catarata en edades tempranas, cuya incidencia es de 80 a 100
casos anualmente.
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