Se dice que la cara es el espejo del alma y, si
hay alguna parte que deba llevarse esa carga emocional, son sin duda los ojos.
Más o menos expresivos, suelen delatarnos si estamos cansados o tristes,
alegres o enfadados, enamorados o despechados
Aunque poco se sabe actualmente sobre la ciencia
del amor a primera vista o cómo la gente se enamora, estos patrones de
respuesta proporcionan las primeras pistas sobre la forma automática de los
procesos de atención, como la mirada, y cómo se puede diferenciar sentimientos
de amor de los sentimientos de deseo hacia extraños.
Los
ojos forman una parte crucial del lenguaje no verbal, y lo que expresamos con
ellos es infinito. Así lo afirma Ronald E. Riggio, el
profesor de liderazgo y organización psicológica del conocido hombre de
negocios Henry R. Kravis, y antiguo profesor del Claremont McKenna College.
Mirar
fijamente a los ojos de otra persona genera una reacción de excitación, aunque
la interpretación de la misma varía según el contexto.
Cuando nos mira un extraño durante mucho tiempo podemos verlo como una amenaza
y experimentar miedo o angustia.
Esta actitud es muy frecuente en los animales,
que se sienten amenazados si un humano los observa fijamente a los ojos. Sin
embargo, también es posible excitarse sexualmente gracias al contacto visual, e
interpretarlo como una invitación a mantener relaciones sexuales.
Los
ojos revelan la honestidad de una sonrisa. El psicólogo
Paul Ekman ha distinguido entre las sonrisas que representan una felicidad
genuina y las sonrisas falsas, utilizadas para fingir felicidad o para cubrir
cualquier otra emoción. Cuando la sonrisa es honesta, los ojos se achinan y se
generan patas de gallo en los extremos.
La
dilatación de la pupila es signo de interés. Cuando algo
nos interesa, nuestras pupilas se dilatan. Pero, además, esa dilatación nos
hace parecer más sexys.
Las investigaciones que estudian temas
relacionados con el amor y la atracción han concluido que el mirarse detenidamente y la observación mutua son casi garantía de
que las personas implicadas están enamoradas.
El neurocientífico, John Cacioppo, explicó que
el saber identificar a los patrones de los ojos que son específicos para el
amor o la lujuria puede ayudar en el desarrollo de indicadores mensurables para
saber si una persona está en una relación sentimental o no.
Fuentes:
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